La vicepresidenta segunda y ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, ha abierto un debate sobre los horarios de hostelería en España. La también líder de Sumar ha abogado por adelantar el cierre de los restaurantes, considerando que esta medida podría contribuir a la salud mental de los trabajadores y ayudaría también a la reducción de la jornada laboral. Sin embargo, es un debate que ni siquiera pone de acuerdo a los propios camareros.
"Nosotros ya lo tenemos asumido. Es nuestro horario. Serían muchas horas de dejar de facturar", asegura Iker. Coincide con él Juan, otro camarero que asegura que "no le beneficia en nada y menos si no le van a pagar las nocturnidades" porque se cerraría a las 22.00 horas. "Todos queremos color, todos queremos vida, pero una cosa es la precariedad de los demás", señala, por el contrario, Jesús Soriano, el camarero detrás de la cuenta 'Soy Camarero'.
Esta polémica se coló este sábado en laSexta Xplica, donde los hosteleros defendieron su posición. "El hecho de cerrar antes un restaurante no hará que el mal empresario pase a ser bueno", asegura Abraham, un hostelero. Los datos nos dicen que en España hay 1,6 millones de camareros. Sus problemas no solo son los horarios maratonianos, también está la retribución que perciben.
Y es que estas palabras de Yolanda Díaz, asegurando que "no es razonable" que haya restaurantes abiertos a la una de la madrugada y calificando de "locura" la diferencia de horarios entre España y nuestros países vecinos, llevan retumbando en el debate público toda la semana.
"¿Vais a obligar a cerrar antes de la 1.00 horas?", ha preguntado Ester Muñoz, diputada del Partido Popular. "Nadie va a obligar a nadie a cerrar", le ha respondido Enma López (PSOE), y Muñoz le ha replicado que es lo que "ha dicho la vicepresidenta". "No, lo que ha dicho la vicepresidenta es que hay que replantear los horarios", ha añadido.
En resumen, para la derecha es un planteamiento intervencionista, pero desde la izquierda ponen el foco en otro punto: las jornadas maratonianas de 14 horas o más que hacen los camareros, librando un solo día a la semana. ¿Cerrar antes o mantener los horarios? La polémica está servida.