La sierra de Llutxent ha ardido durante toda la noche de este lunes sin control. Las llamas han propiciado horas frenéticas de trabajo por parte de los técnicos locales, los refuerzos y las unidades militares desplazadas a la zona.
En total, 600 efectivos tratan de coordinarse para proteger las zonas pobladas. A la acción humana se suma la ayuda de los 21 medios aéreos que se han incorporado a la lucha contra el fuego junto a 136 militares y 50 vehículos de la UME.
El incendio ha obligado también al desalojo de 2.500 vecinos de la zona. Dejan atrás sus casas por el riesgo a que acaben convertidas en presa de las llamas. En sus cabezas se mezcla la desesperación con la tristeza, puesto que lo que arde es una zona de gran valor ecológico que forma parte la vida de estas personas. Por eso ellos también se suman a las labores de extinción.
El incendio declarado en el término municipal de Llutxent empieza a estar perimetrado por los efectivos que trabajan en las labores de extinción, y su huella casi alcanza las 1.500 hectáreas, aunque no todas son de masa forestal ya que también se incluyen campos agrícolas sin uso y arbustos, según ha explicado el director de la Agencia de Emergencias y Seguridad de la Generalitat Valenciana, José María Ángel.
El incendio se encuentra perimetrado
Así, ha precisado que si el viento y el grado de humedad "siguen funcionando como ahora, iremos avanzando en una resolución poco a poco pero muy efectiva". De hecho, ha dicho que el fuego "empieza a estar perimetrado" y esperan que la huella del incendio no avance aunque sí temen algún rebrote. "Estamos aproximándonos a tenerlo perimetrado", ha manifestado.
Como consecuencia del fuego, que obligó a evacuar este lunes a unas 2.500 personas de la zona de La Drova y dos urbanizaciones, permanecen afectadas dos carreteras provinciales: la CV-608, de Llutxent a Pinet, cortada a partir del punto kilométrico 3,500 y la CV-675, de Gandia a Simat, cortada, según la Diputación.
Durante la noche han estado trabajando en la extinción todos los operativos terrestres, casi 400 efectivos, y según ha subrayado Ángel, se ha contado con el "mejor aliado" en este caso: una evolución climatológica favorable con "casi nada de viento" y una carga de humedad "importante", que facilitó que pudieran avanzar los medios por tierra hasta que este martes a las 7.00 horas se han incorporado los aéreos, que están realizando un trabajo "coordinado" en "puntos calientes" para evitar reproducciones.
Las causas que explicarían el origen del incendio
En cuanto a las causas, dado que el pasado domingo se registraron grandes tormentas vespertinas con carga eléctrica, ve como "posible" que un rayo o relámpago esté en el origen del fuego, al igual que en el caso de los once incendios declarados este lunes por la tarde en la provincia de Valencia, algunos de ellos también de "virulencia", aunque el viento o la climatología, junto con la pericia de los bomberos, ayudaron al control.
De hecho, según informa la delegación territorial de la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet) en su cuenta de Twitter, unos 560 descargas procedentes de rayos se registraron este martes dentro del territorio de la Comunitat Valenciana, con tormentas de madrugada y por la tarde noche.
En la zona, de acuerdo con Aemet, durante el año hidrológico, desde el 1 de octubre de 2017, ha llovido muy poco, aproximadamente la mitad de lo que suele ser normal. En la estación meteorológica de Llutxent se han registrado 281,3 l/m2, cuando lo normal son 539,7 entre octubre y julio, según explica.
En el momento del incendio, se registró en la estación cercana de Barx una temperatura máxima de 36,2ºC a las 17.50 horas, y la noche ha sido cálida, con una mínima de 21.1ºC.
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