Kimora es una mujer trans tuvo que huir de Honduras. Si no, la matarían: "Me tuve que separar de mi familia; dejar mi barrio y todos los proyectos que tenía". Todo, cuenta ella, por visibilizarse allí tal y como era: "Nosotras somos las que sufrimos la mayor parte de la violencia, de odio y de asesinato".
Como ella, son muchas las personas centroamericanas que abandonan sus países huyendo de la violencia del crimen organizado. "Estamos hablando de torturas, de asesinatos con saña que normalmente tienen una finalidad ejemplarizante", ha denunciado Ana Ferri, técnica de incidencia de CEAR-EUSKADI.
Fabián también fue víctima de agresiones homófobas, razón por la que tuvo que abandonar también Honduras. "Nadie quiere en su país a un maricón o una lesbiana que tenga voz y se atreva a desafiar el estado heterosexual patriarcal", ha contado a laSexta. Cada día para una persona LGTBI allí es una lucha.
"Una lucha de supervivencia, de vivir con miedo, de pensar que ese puede ser tu último día", ha proseguido Fabián. Es por situaciones así por lo que en España, por ejemplo, las solicitudes de asilo de personas hondureñas y salvadoreñas se multiplican cada año. "Estas solicitudes son denegadas sistemáticamente, con lo cual se acaban rechazando", ha apuntado Ana Ferri.
Por esta razón se lanzó la campaña 'Historias con mucho peso', una iniciativa que pretende hacer visibles estas realidades para que se reconozca la persecución sistemática de la que huyen y se les conceda el derecho de asilo.
Unidos por el temporal
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