La autora confesa del crimen del pequeño Gabriel Cruz, Ana Julia Quezada, ha declarado durante la segunda jornada del juicio que pensaba quitarse la vida tras desenterrar el cadáver del pequeño de la finca de Rodalquilar donde lo había ocultado porque "quería que se acabara todo ya porque no aguantaba más".

"El cuerpo de Gabriel pensaba dejarlo en el garaje de Vícar", ha afirmado, sobre el momento en que la detuvieron. Tras dejar el cuerpo del niño en el coche, ha dicho, pensaba subir a su casa para "escribir dos cartas, una para Ángel y otra para mi hija explicándole lo que había pasado y pidiéndole perdón".

A continuación, ha dicho, su intención era "coger todo el medicamento que llevaba y tomármelo y echarme en el sofá". "Eso era lo que yo iba a hacer", ha asegurado entre lágrimas y pidiendo perdón a su hija y al padre de Gabriel. "Yo quería que se acabara todo ya porque no aguantaba más", ha dicho.

Según la fiscal, es la primera vez que Ana Julia pone de manifiesto esta versión, que nunca había declarado con anterioridad.

En la segunda sesión del Juicio, Quezada se ha declarado "inocente" aunque ha reconocido que "dio muerte" al pequeño Gabriel, de ocho años. "Sólo quería que se callara, no quería matarle, no quería quitarle la vida", ha declarado, reiterando en varias ocasiones que la muerte del menor "fue un accidente".

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Por el asesinato del pequeño, Ana Julia Quezada se enfrenta a una pena de prisión permanente revisable, así como a diez años más de cárcel por lesiones psíquicas a los padres del niño.