La Guardia Civil continúa buscando en Mocejón, Toledo, el arma homicida con la que mataron a Mateo, el niño de 11 años. Mientras, se espera la puesta a disposición judicial del asesino confeso, quien ha sido detenido este lunes tras una operación que ha tardado poco más de 24 horas. Para su arresto, se montó un dispositivo sin precedentes por parte de la Guardia Civil desde que se produjo el asesinato.

El Instituto Armado puso en marcha toda una operación para que no se les escape, para evitar filtraciones, móviles... Y es que todo empezó el domingo por la mañana, cuando la Guardia Civil confirmó que había un menor con varias puñaladas mortales en un polideportivo de esta localidad toledana.

En ese momento, arrancó una operación contrarreloj para localizar al asesino. El dispositivo de la Guardia Civil no tiene precedentes y en él estaban presentes investigadores de Illescas (Toledo), pero también efectivos que acuden desde Madrid. Asimismo, hizo falta la intervención de los Grupos de Especialistas en Actividades Subacuáticas (GEAS) que comenzaron a peinar la zona.

Los familiares aseguraban a los medios de comunicación que no sabían nada ni sospechaban de nadie. Mientras, los agentes controlaban las entradas y salidas del pueblo, pero también revisaban las cámaras de videovigilancia. La información no trasciende, pero el presunto asesino es minutos grabado antes del asesinato: caminaba solo por el pueblo hacia el polideportivo.

Los agentes también tenían controladas las antenas de telefonía móvil. Unos análisis que arrojaron una lista de los presentes en el lugar del crimen en la franja en que Mateo fue asesinado. Solo 24 horas después, los investigadores ya habían localizado al principal sospechoso. No se filtran estas actuaciones, pero desde las 11.00 horas de la mañana del lunes dos agentes de la secreta están apostados frente a la vivienda del principal sospechoso para controlar todos sus movimientos.

Horas después el presunto asesino es detenido. Se practicaron en su presencia dos registros: uno en la vivienda del padre y otro en el de la abuela. Se busca la ropa que vestía en el crimen para analizar posibles restos de ADN de Mateo. Ahora la investigación se centra en recuperar el arma del crimen y en intentar aclarar el motivo del asesinato.