El presunto autor del asesinato de Esther Escobar, la mujer que el pasado febrero de 2020 recibió un disparo en la cabeza en el madrileño barrio de Ciudad Lineal, se ha retractado en el juicio del crimen que confesó. Ahora, Antonio, niega haberla matado y también haberla amenazado.
El hombre ha asegurado que tras enterarse de la muerte de Esther, huyó por miedo, porque ella tenía deudas con un club y temía que lo mataran. Además, ha alegado un trastorno mental, como ya hizo en la fase de instrucción. De hecho, Antonio tenía antecedentes: en 2008 fue condenado a 16 años de internamiento psiquiátrico por disparar a un hombre tras una pelea en un bar de Boadilla.
Pero pese a la nueva versión del presunto asesino, para la acusación las pruebas son concluyentes: la confesión, los testigos, o la camisa que vestía cuando fue detenido, que tenía restos de pólvora. Piden 30 años de cárcel por asesinato con agravante de género y reincidencia.
Lo cierto es que aquel fatídico 26 de febrero de 2020, las cámaras captaron a Antonio quedando con Esther Escobar por la mañana. La abraza y le entrega una bolsa de ropa. Ese era su último intento, pues quería convencerla para que fuera su pareja, pero de nuevo recibió un 'no' como respuesta.
Seis horas después de ese encuentro, esa misma cámara le capta huyendo después de presuntamente matar a Esther de un tiro en la sien, cuando iba a entrar a casa de sus hermanas. Esa cámara lo grabó todo y fue una salvación para la familia, porque gracias a ella se pudo saber quién fue.
Esther, de 40 años, paraguaya y madre de cuatro hijos, conoció a Antonio en un local de ocio. Mantenían una amistad pero él quería más y ella ya sentía miedo, por eso le pidió a sus hermanas que tuvieran cuidado, que se cuidasen. Ellas recuerdan la obsesión que él tenía con su hermana.
Dos días después de esa advertencia, Esther estaba muerta. Tras del crimen, Antonio huyó hasta que cuatro días después, viéndose acorralado, se entregó en la comisaría de Albacete y confesó el crimen.