Un hombre mató a su mujer, dos hijos y otros seis familiares al sospechar que la primera le estaba engañando con otro hombre en la ciudad de Multan, en el centro de Pakistán, en lo que las autoridades han calificado como un crimen de "honor", en los que el agresor trata de reparar una afrenta a la moral familiar.
Mohamed Ajmal mató a tiros a su mujer, Kiran Bibi, a sus dos hijos, a su suegra, a tres cuñadas y a dos hijos de éstas últimas, según ha asegurado el portavoz de la Policía de Multan, Mohamed Fayyaz. El asesino, acompañado por su padre durante los hechos, prendió fuego a la casa con los cadáveres dentro tras cometer la matanza.
"La investigación inicial sugiere que vio fotos de su mujer con otro hombre", afirmó Fayyaz, al señalar la posible causa del crimen. Ajmal, que regresó de trabajar en Arabia Saudí hace un mes, confesó los asesinatos y ha sido arrestado junto a su padre.
La fuente indicó que la matanza ha sido registrada como "un crimen de honor", habituales en el sur de Asia y que suelen implicar a varones de una familia que vengan lo que consideran una afrenta que contraviene la conservadora moral familiar de las sociedades locales.
Según datos de la ONG Comisión de Derechos Humanos de Pakistán (HRCP), entre 2004 y mayo de 2018 se registraron en el país 17.628 crímenes de honor, si bien se cree que la cifra real podría ser mucho más alta debido a la falta de denuncias y a que en muchos casos son cometidos por familiares cercanos.
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El Gobierno paquistaní aprobó en 2016 una ley que prohíbe el perdón de los familiares de las víctimas en este tipo de delitos, un agujero legal con el que muchos hombres quedaban libres tras matar a una mujer, en general una hermana o una esposa. Sin embargo, grupos de derechos humanos y activistas advierten de que la ley ha tenido poco impacto a la hora de poner freno a estos crímenes.