Los canarios han salido este sábado a las calles para decir 'basta' al crecimiento desenfrenado del turismo. Bajo el lema 'Canarias tiene un límite', una manifestación conjunta en todas las islas, con concentraciones también en diferentes ciudades españolas y europeas, ha reclamado al unísono un cambio de modelo para el archipiélago.
Residentes como Marta explican lo que muchos llevan tiempo sintiendo: que están desbordados por el turismo. Es "la crónica de un colapso anunciado", en palabras de Eustaquio Villalba, portavoz de la Asociación Tinerfeña de Amigos de la Naturaleza (ATAN).
Denuncian que Canarias recibe turistas por encima de sus posibilidades y advierte de que "las islas tienen un límite": "El número de turistas tiene que adecuarse a la capacidad de nuestros territorios", incide y, sin embargo, "se han promocionado grandes obras públicas" y "muchas más urbanizaciones turísticas".
La vivienda, precisamente, es uno de los principales problemas a los que se enfrenta la población local. En este sentido, Rubén Pérez, portavoz de la plataforma Canarias se Agota, explica que "se está reivindicando una medida muy concreta que es la moratoria turística, muy necesaria para poner freno a la construcción de más hoteles". Una problemática que los canarios están notando ya en sus bolsillos: "Mantener el alquiler de un piso con un sueldo, con un trabajo, ya es muy complicado", señala.
Como geógrafo, a Néstor Marrero le alarma la masificación en la naturaleza. "Cada año se destruyen cuatro kilómetros de costa", denuncia, señalando que la vegetación que crece en ella "se ha ido reduciendo y hoy en día ya solo queda menos de un 13%". Unas reivindicaciones que no ponen el foco en los turistas, sino en el modelo de turismo. "El problema nunca es el turista, es el modelo que hemos desarrollado en Canarias", resume Néstor.
Por ello salen a la calle ahora en unas movilizaciones históricas, para buscar soluciones con propuestas claras: una ecotasa, no crear más plazas vacacionales y regular la compra de vivienda por parte de extranjeros.
Un modelo agotado del motor económico
Playas masificadas, hoteles con piscinas a rebosar y colas para acceder a los principales reclamos naturales de las islas son algunos de los problemas derivados de una gran afluencia de visitantes. Además, a mayor presencia de turistas, mayores son los residuos que se generan, y algunos estudios apuntan a que solo el turismo genera el 26% de los residuos en Canarias.
Allí, no obstante, saben que los visitantes son el motor de su economía: el turismo supuso en 2022 el 35% del PIB regional y es una fuente de ingresos para casi 350.00 personas, un 39% del total. Atraídos por sus encantos naturales, los turistas llegan en masa a las islas año tras año: solo en 2023 desembarcaron más de 16 millones de turistas en el archipiélago, de los cuales el 86%, casi 14 millones, eran extranjeros. Unos datos que se espera batir este año, en el que en enero y febrero ya se superaron las cifras del año pasado.
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Otra preocupación que emerge es el impacto en un bien cada vez más escaso: el agua. Mientras algunas zonas de viviendas sufren cortes, cada turista gasta de media entre 300 y 400 litros de agua al día, casi el triple de lo que consume un isleño.