El descuartizador de Valdemoro, o como él se hacía llamar "el carnicero tatuador", escondía una auténtica casa de los horrores dentro de la casa donde vivía de okupa en esa localidad madrileña.
Leandro es un amante del gimnasio, de los tatuajes y de los escenarios macabros y es que en sus fotografías se muestra posando entre lápidas y panteones. También tiene antecedentes por apuñalar a un joven antifascista en 2014 está vinculado a grupos neonazis.
A pesar de ese historial, nadie pensó que fuera capaz de realizar un crimen tan atroz: asesinó y descuartizó a un joven de 18 años en su casa, que quedó impregnada por todas partes de sangre y de restos del cadáver, incluso alguno guisado.
Sus gustos dibujan a una persona amante de la violencia, de lo gore, del sadomasoquismo y de las películas de terror. En sus redes sociales muestra estanterías repletas de armas (presumiblemente réplicas) y también su afición por realizar prácticas de tiro.
Incluso se llega a fotografiar apuntando al sofá de su casa con una de ellas.
En su casa también muestra paredes llenas de objetos terroríficos como máscaras de gas, guantes con cuchillas, bates de béisbol, caretas de Hannibal Lecter y posters de películas terroríficas como 'Gore en las Calles'.
Además de todo esto, el "carnicero tatuador" también mostraba su gran pasión por las calaveras, con numerosos cráneos por toda su casa. "Ya tengo repuesto para cuando pierda la cabeza", comentaba en una foto done mostraba un cráneo cortado por la mitad y pintado como si estuviera ensangrentado.
Su pasión por lo terrorífico y por la película 'It' le lleva a tatuarse al payaso Pennywise en el brazo. Además, sus redes sociales están plagadas de fotografías de este personaje.
Pero estas no eran sus únicas aficiones, según 'El Mundo', en su casa también se encontraron carteles de Hannibal Lecter, cuchillos, catanas y material para realizar ritos satánicos.
El descuartizador mostraba su gusto por el satanismo hasta con maniquíes y es que según el citado medio, los agentes se toparon con varios de ellos, algunos decapitados o sin brazos. También había algunos tapados con la máscara del protagonista de la película Halloween. En redes sociales publicaba una imagen de un maniquí a imagen de la niña de El Exorcista.
La exnovia del asesino ayudó a trocear el cadáver
Según apuntó 'El Confidencial', la expareja del detenido, una joven colombiana de 21 años, fue quien formuló la denuncia ante la Guardia Civil. Ella se presentó en el cuartel con unas fotografías que pudo realizar al cadáver ensangrentado y envuelto en humo de la barbacoa de la casa.
La joven tomó esas dantescas imágenes en un momento en el que el descuartizador estaba despistado y lo hizo para que los agentes la creyeran. La chica llegó horrorizada y explicando que su novio había matado a una chica de 18 años y que la estaba descuartizando en ese justo momento.
También reconoció que ella misma había ayudado al asesino a descuartizar el cadáver porque el propio Leandro se lo había exigido y, presa del shock y bloqueada por el pánico, accedió.
Tras la alerta, los agentes de la Guardia Civil se dirigieron hacia la casa del detenido pero se lo encontraron en la calle trasportando los trozos descuartizados del cadáver, entre ellos el cráneo de la joven. Él, estaba cubierto de sangre.
La casa de Leandro también era un reguero de sangre: había manchas por todas las plantas del domicilio y también restos del cadáver esparcidos. En la cocina se encontraron miembros humanos despedazados y guisados.