La Guardia Civil continúa investigando la desaparición de Marta Calvo, de la que no se tienen pistas desde el pasado 7 de noviembre cuando tuvo una cita con un desconocido. Desde entonces, los agentes intentan dar con nuevas pistas que arrojen luz sobre el caso.

La última revelación la ha hecho la casera de la vivienda en la que vivía el sospechoso en l'Ollería, Valencia. Ella ha confirmado en 'Espejo Público' que su madre limpió la vivienda después de la desaparición de Marta. "El 10 de noviembre mi marido se cruzó con él y, según me contó, la madre estuvo limpiando el piso".

Además, ha asegurado que la madre se puso en contacto con ella para contarle lo sucedido. "El día 16 recibí una llamada de la madre, que me contó que su hijo y una chica habían desaparecido y me pidió que buscara en el piso por si estuvieran, pero no vi nada raro. En una segunda llamada, me dijo que alertó a su hijo de que la Policía le estaba buscando", ha explicado.

Y, precisamente, fueron estas contradicciones las que llevaron a María (nombre ficticio de la casera) a personarse en el cuartel de la Guardia Civil para narrar todo lo que sabía al respecto. "Les dije que tenía información sobre el caso y que era mi inquilino".

En cuanto al registro que los agentes realizaron en su vivienda, ha destacado que, si bien no pudo ver todos los objetos que recogieron para la investigación, cree que el ordenador fue uno de ellos. "Yo facilité su entrada, pero no sé lo que se llevaron. Yo les dije que tenía un ordenador y que ahí podía haber información".

Las dos viviendas de la investigación

El móvil delsospechoso de la desaparición le sitúa en esta vivienda de l'Olleria. Los agentes creen que pudo acudir a esta casa a dormir antes de huir.

Por ello, los agentes tratan de descubrir si la joven también estuvo y durante horas registraron la casa en busca de restos biológicos. De forma simultánea, A 25 kilómetros de allí, en Manuel, otro equipo de la científica continúa con el registro de la otra casa relacionada con el sospechoso.

Este también es un punto clave porque es donde se pierde el rastro de Marta. La inspección es minuciosa y muy laboriosa porque el sospechoso también limpió a fondo esta casa antes de desaparecer. Los agentes han comenzado a levantar baldosas del suelo y a inspeccionar tuberías y desagües en busca de alguna pista. Una búsqueda a la que se ha sumado un helicóptero y varias lanchas, pero de momento, sin éxito.

El día de la desaparición, el 7 de noviembre, la joven envió a su madre la ubicación en la que se encontraba a través de WhatsApp y esta coincidía con la localización de la vivienda de Manuel.

Al ver que no tenía noticias de su hija, vino hasta aquí pero el sospechoso dijo que no sabía nada. En ese momento, lo denunció ante la Guardia Civil. 21 días después aún no hay noticias de Marta. Los investigadores creen que el sospechoso ya ha salido de España y se preparan para un final "duro" de la búsqueda.

El sospechoso tiene antecedentes

Otro de los datos relevantes de este caso es que el sospechoso tiene antecedentes. En Italia fue condenado por tráfico de drogas, mientras que en España tiene varias multas y delitos de resistencia a la autoridad relacionados con la seguridad vial.

El joven, que continúa en paradero desconocido, fue detenido en Italia en 2008, y luego condenado, por estar en posesión de 9 kilos de cocaína. Entonces, le descubrieron transportando droga oculta en un vehículo de alta gama de matrícula española y cumplió su condena en una cárcel italiana, para después venir a España.

Fuentes de la Guardia Civil no consideran que la pista relacionada con el narcotráfico sea la principal a seguir en este caso y, si bien no descartan que el sospechoso pueda haber recibido ayuda para salir de España por parte de personas relacionadas con el crimen organizado, creen perfectamente posible que esté escondido en nuestro país y pueda ser localizado pronto.

De hecho, las autoridades sigue registrando este viernes una de las dos viviendas que tenía alquiladas el sospechoso, la de Manuel, después de haber examinado este jueves la que usaba en L'Olleria (los alquileres estaban a nombre de su madre), en busca de pistas para encontrar al hombre o a la joven.