Se cumplen 25 años de uno de los crímenes que más ha conmocionado a la sociedad española, el asesinato de Rocío Wanninkhof. Desde el primer momento, la principal sospechosa fue Dolores Vázquez, una amiga de la familia, que llegó a ser condenada por un jurado popular, cometiendo así uno de los mayores errores judiciales de nuestro país. Vázquez fue víctima de una mala investigación policial y de los terribles prejuicios de la época. Llegó a pasar más de 500 días en prisión.

Para la opinión pública, Dolores Vázquez era la amiga que acompaña a la madre de Rocío en su dolor, hasta que trascendió que Dolores y Alicia fueron pareja. Los medios la señalaron y la calle la sentenció como la asesina de la hija de su ex pareja, supuestamente, porque Rocío no aprobaba la relación de su madre con una mujer.

Dolores terminó detenida y entrando en la cárcel a la espera de juicio, a pesar de que tenía coartada aquella noche y de que no había ni una sola prueba contra ella. Meses más tarde fue condenada por un juzgado popular. "Estoy contenta, por un lado, pero por otro no pensé que fuese alguien tan cercano a la familia", comentó la madre en su momento.

El Tribunal terminó ordenando repetir el juicio porque el veredicto no está bien motivado y Dolores Vázquez salió en libertad, después de 517 días en la cárcel, siendo inocente. Aun así, tuvo que dar explicaciones: "Yo no he matado a Rocío", aseguró entonces. No sería la última vez que tuviese que justificarse.

Cuatro años después, cuándo Toni King fue detenido por violar y matar a Sonia Carabantes y se comprobó que también era el asesino de Rocío, Dolores tuvo que desmentir que fuese su cómplice: "Basta ya, yo no he matado a Rocío. Estoy harta de repetirlo. No conozco de nada a ese señor, yo solo sé que me han linchado una vez y estoy muerta de miedo de que lo vuelvan a hacer", aseguró.

A día de hoy Dolores Vázquez no ha recibido ni perdón ni tampoco ninguna indemnización por sus 17 meses en la cárcel.