Dos meses y medio después del temporal
Sin clientes, con los locales destrozados y conviviendo con el barro: las trabas a las que se enfrentan los comercios que reabren tras la DANA
Problema tras problema Los propietarios de muchos comercios afectador por el temporal tienen que hacer frente a la falta de accesibilidad y la ausencia de ayudas públicas, lo que está lastrando su vuelta a la normalidad.
Dificultades y trabas. Es lo que se encuentran los comercios que, dos meses y medio después de la DANA, intentan retomar una relativa normalidad en Valencia. En algunas zonas como Alfafar, solo un 30% de los 2500 negocios afectados ha reabierto tras el temporal, y en el sector de la hostelería apenas son un diez por ciento los que han levantado la persiana.
Pero ni siquiera aquellos que han podido retomar la actividad lo han hecho de una forma mínimamente normal. La mayor parte de estos negocios siguen teniendo daños en las instalaciones y solo pueden abrir en un horario reducido para adaptarse a los problemas que siguen afectando a sus barrios, especialmente, a la falta de luz.
Otro de los problemas a los que se enfrentan es que ni sus propios clientes saben en muchas ocasiones que los establecimientos han reabierto. "Acaba de venir un cliente que no sabía que estábamos abiertos para poder llevarse su sofá", relata Octavio Monzón, propietario de una tienda de muebles en Sedaví.
"Aún no lo sabía, me he dado cuenta de que estaba abierto al pasar con el coche por aquí", relata uno de los clientes de esta tienda. Otra clienta asegura que "dando una vuelta hemos visto que este local estaba abierto".
Además, aquellos que han logrado adecuar de nuevo sus locales no pueden decir lo mismo de las calles que los rodean, por lo que la falta de accesibilidad se ha convertido en una pesadilla para ellos. "El entorno no ha ido a la velocidad que hemos ido nosotros, y esto es un problema muy serio", afirma Fran Pereyó, otro empresario local.
A eso hay que sumarle la tardanza de las ayudas. Dos meses y medio después de la catástrofe, muchos de estos comercios siguen sin recibir ni un solo euro de la administración, por lo que afrontar la reparación de sus locales sigue siendo una tarea prácticamente imposible. Por ello, reclaman que los clientes se animen a volver a sus locales de confianza.