Casi tres meses depués de la riada
Sin salir a la calle tras casi tres meses de la DANA por la falta de ascensores: "Estamos abandonados"
El detonante Hasta 6.000 ascensores siguen sin funcionar meses depués de la tragedia ante la falta de piezas y mano de obra cualificada para su reparación o sustitución.
La DANA ha dejado sin prácticamente ningún ascensor que funcione en las zonas afectadas. En concreto, se calcula que hay unos 6.000 fuera de servicio de los 10.000 que fueron dañados por el agua y el barro. Casi tres meses después de la tragedia, repararlos o cambiarlos enteros está siendo una odisea ante la falta de piezas, pero también de la de técnicos para llevar a cabo esta labor, denuncian desde la patronal del sector.
Si bien este problema "de personal cualificado era muy urgente y evidente muchísimo antes de la DANA", explica a laSexta la directora de Formación de Federación Empresarial Metalúrgica Valenciana (FEMEVAL), Raquel Carracedo. Una situación que se ha visto agravada por el catastrófico temporal que solo en Valencia dejó más de 220 víctimas mortales: "Esto no ha hecho más que evidenciarlo todavía más", destaca.
En esa línea, relata que "todavía quedan muchísimos pendientes de reparar (...) prácticamente la mayoría". Si a las reparaciones se suma "que hay muchos que hay sustituirlos directamente" la falta de mano de obra cualificada acucia a las empresas que dedican su actividad a los ascensores.
Sin embargo, no es solo el sector empresarial que se ve afectado por esta situación, sino que también muchas personas cuya movilidad cotidiana depende de estas estructuras y sobre las que Carracedo insiste "garantizan el bienestar de las personas en nuestro día a día". Una de ellas es Reme Fernandis que con 85 años se quedó sin ascensor tras la riada.
Tanto ella como su marido llevan dos meses y medio prácticamente sin salir de su casa de Aldaia por la falta de ascensor, puesto que a ella le fallan las rodillas, pero él está directamente en silla de ruedas: "No puede andar, ni puede nada (...) Así que, así estamos encerrados", lamenta Reme que vive en un cuarto piso.
"Somos personas muy mayores y cuando llegas ahí, ya no puedes ni respirar", añade al relatar que bajar y subir las escaleres se convierte en una odisea. Tanto, que sus vecinos les han puesto una silla en el segundo para que, al menos, puedan descansar en el arduo trayecto.
El resto de sus vecinos también se ven afectados por una situación de la que no saben cuánto les queda, admite Carmen que dice no echar "la culpa a nadie" porque dice no saber "quién la tiene". En cambio, lo que tiene muy claro esta aldaiense es que están "abandonados", mientras Carracedo de la patronal insiste que "si ya antes existía esa falta de profesionales del sector, solo para todo ese mantenimiento y toda la instalación en obra nueva, imagínate ahora que tienes que reparar todo lo que se ha visto dañado".
Una falta de medios que hace que Emilio Albiach, un ténico de Eleva Mediterráneo no de abasto: "Entre pedidos, eléctricas, materiales, puertas, proveedores que nos están dando tiempos de espera a lo mejor de un mes (...) Vamos un poco desbordados ahora mismo". Eso sí, trabaja "de domingo a domingo para dar servicio a las personas que más lo necesitan".