El asesinato de Valentina, una niña de tan solo 9 años, ha conmocionado a todo Portugal: el cadáver de la menor fue encontrado este lunes en un bosque de eucaliptos y su padre y su madrastra han sido detenidos como presuntos autores del crimen.

Todo empezó el pasado 7 de mayo, cuando la pequeña desapareció en Atouguia da Baleia, en la región de Peniche, en el centro del país. La menor, que habitualmente residia con su madre en la localidad de Bombarral, se trasladó con su padre para poder seguir las clases telemáticas debido a la crisis del coronavirus.

El caso conmocionó a los vecinos de la zona, que se volcaron en la búsqueda de la niña. La investigación se centró en el padre de Valentina, que según 'Diário de Notícias', confesó el lugar donde se econtraba la menor, aunque no el asesinato.

Según indican las primeras investigaciones de la Policía Judiciaria, el asesinato fue premeditado: la niña fue estrangulada el mismo día de su desaparición y el cadaver fue trasladado en coche hasta el lugar donde apareció. Allí fue enterrado y ocultado para dificultar su hallazgo.

Según ha explicado el coordinador de la Policía, Fernando Jordao, el móvil del crimen habrían sido "problemas internos" de la familia y es que, según apuntan varios medios lusos, el padre tenía intenciones de llevarse a la niña a vivir con su nueva familia a otro país para que la madre no la volviese a ver.

La investigación del crimen ha descartado que la menor sufriera abusos sexuales y su madre, Sonia Fonseca, ha agradecido en redes sociales las ayudas para esclarcer el caso. "Vengo por este medio agradecer todas las ayudas que nos han dado. Las autoridades a todas las personas que se han ofrecido en modo general en las búsquedas de mi hija en mi nombre y en nombre de toda mi familia muchas muchas gracias de corazón”.