La expresidenta de la Comunidad de Madrid, Cristina Cifuentes, se ha enfrentado este lunes a un juicio por un presunto delito de falsedad documental en relación al acta que acreditaba la defensa de su Trabajo de Fin de Máster, cursado en la Universidad Rey Juan Carlos de Madrid (URJC).
Además de Cifuentes, hay otras tres personas acusadas: Cecilia Rosado, exprofesora de la titulación; María Teresa Feito, exasesora de la Consejería de Educación, y Enrique Álvarez Conde, exdirector del Instituto de Derecho Público y encargado del polémico máster. No obstante, este último falleció en 2019, en medio del proceso judicial.
Cecilia Rosado ha sido la primera en testificar, y ha reconocido ante la Fiscalía algunos de los puntos por los que se juzga a Cifuentes: "Le dije a Álvarez Conde que se estaba lavando las manos y estaba faltando a la verdad, y él reconoció que tengo razón y que me ha presionado", explica la acusada. Rosado incluso va más allá en sus reticencias a la hora de firmar los documentos: "Entendí que había que hacer un acta de un hecho que no había existido. Yo no recuerdo que Cristina Cifuentes presentara su trabajo fin de máster", ha expresado en tono serio.
La exprofesora ha insistido en diversas ocasiones en que la responsabilidad principal de los hechos recaía en el director del Máster, aunque también apunta que recibió presiones de la exasesora de la consejería de Educación. De hecho, según Rosado, María Teresa Feito la llamó y le envió mensajes SMS de forma compulsiva para que confeccionara el acta de la expresidenta: "Recibí 15 llamadas y 5 SMS que probablemente serían saltos de contestador. Las llamadas que me hizo Feito fueron para decirme que el TFM de la señora Cifuentes tenía que aparecer", añade.
La respuesta de Feito: "Yo nunca he presionado a nadie"
Tras la intervención de Rosado, María Teresa Feito ha prestado su declaración ante el juez, y su versión contrasta con la de la exprofesora. Con respecto a las presuntas llamadas en las que presionaba a Rosado para que ejecutara el acta de Cifuentes, la exasesora responde con rotundidad: "El que mandaba era Enrique [Álvarez Conde]. No sé si la presionó. Pero yo en ningún momento he hecho eso con absolutamente nadie", afirma.
Feito también ha asegurado que su relación con Cristina Cifuentes era inexistente: "Yo nunca he trabajado en Sol, y nunca he sido su asesora", indica. Ahora bien, la que ha sido también profesora de Inglés en la carrera de Turismo, reconoce su presencia el día que la expolítica recogió su título del máster: "La acompañé hasta el servicio de alumnos para recogerlo. Recuerdo que nos encontramos a más gente y todo el mundo empieza a hacerse fotos con ella", explica.
Según Feito, el título de Cifuentes "estaba perfecto"; además, asegura que nunca intervino en los resultados del TFM: "No intenté contactar con las otras profesoras que formaban parte del tribunal, ni influí en la reunión". Junto con eso, también ha insistido en que su relación con Rosado siempre fue cordial: "Me ha pedido favores de inglés, ninguna llamada duró más de cinco minutos", sentencia.
Un pendrive, la clave de Cifuentes
Al inicio del juicio, la defensa de Cristina Cifuentes ha presentado la que considera que es una de las principales cartas para defender a la expresidenta regional: un pendrive con un archivo que se llama "Calendario", en el que aparece un certificado que demostraría que tenía todos los papeles necesarios para obtener el Máster. Una prueba que ha sido aprobada por el tribunal al entenderse que no es extemporánea.
Sin embargo, desde la Fiscalía consideran que Cifuentes fue inductora de la falsificación, y alegan que la defensa del TFM "jamás se produjo". Además, apuntan que la ahora tertuliana política exhibió dicha defensa "para evitar las nefastas consecuencias políticas a las que debería enfrentarse".
Cecilia Rosado, por otra parte, está señalada como autora de la falsificación del acta. No obstante, se enfrenta a una pena menor que Cifuentes (21 meses de prisión), debido a que reconoció los hechos y colaboró en la investigación. En los próximos días, concretamente el 22, 25 y 29 de enero, se espera que se desarrollen los hechos más importantes del juicio. Su realización estaba prevista desde hace meses, pero tuvo que ser aplazada por la pandemia. Precisamente por la situación sanitaria, el evento se está retransmitiendo sin audiencia y a través de 'streaming'.
Rosado reconoce que ha estado bajo tratamiento psicológico
Junto con todo esto, la exprofesora del máster ha explicado que su carrera empeoró visiblemente tras sus tensiones con Álvarez Conde: "Mi situación laboral en aquel momento era muy precaria", apunta, y añade: "Si hay una llamada de la comunidad diciéndole al rectorado o a Enrique que a mí no se me dé ni agua... Me refiero a que el director me haga la vida imposible y no pueda seguir escalando en mi carrera".
Asimismo, Rosado asegura que tuvo que someterse a un tratamiento psicológico a raíz de su mala relación con el catedrático. Concretamente, indica que estuvo "en un lugar complejo emocionalmente", y que sus pretensiones como académica se tambalearon.