Según informa la Policía a través de Twitter, la identificación ha sido posible gracias a las pistas aportadas por los ciudadanos sobre la voz de la llamada que los investigadores decidieron difundir el pasado 26 de septiembre a través de los medios de comunicación y redes sociales para tratar de localizar al hombre que, un día después del homicidio en Santander, llamó desde una cabina situada en Vitoria a la Cruz Roja de Madrid.
Fuentes policiales han indicado que el hombre fue detenido en Getxo (Bizkaia) por la Ertzaintza, pero no por este caso sino como presunto autor de un robo cometido hace dos años en una vivienda de Etxabarri-Viña (Vitoria). Los resultados de ADN han confirmado la presencia de este hombre en la vivienda asaltada, por lo que fue detenido.
Por su parte, la Policía ya estaba tras su pista y le ha leído los derechos en prisión a la espera de continuar las investigaciones para determinar el grado de implicación en el crimen del anciano.
En el audio difundido hace más de dos semanas -la Policía editó unos cortes de más de un minuto de duración- la voz del hombre alertaba de que había dos personas de avanzada de edad que podían estar heridas, indicaba cómo llegar hasta ellas y decía al interlocutor de la Cruz Roja que tendrían que tirar "la puerta abajo" porque la persona que estaba allí no podía abrir.
Desde el primer momento, los investigadores creyeron que este hombre podía ser clave para esclarecer el crimen perpetrado, cuando un hombre de 81 años fue asesinado tras sufrir un asalto en un local de Santander al que acudía todas las mañanas para cuidar sus pájaros.
Tras varias gestiones, los agentes comprobaron que el móvil de los hechos fue el robo y que el objetivo de los presuntos autores era el dinero y las joyas que la víctima guardaba en una caja fuerte. El anciano fue maniatado y amordazado, falleciendo por asfixia tras ser abandonado en el local.
Los autores se desplazaron hasta el domicilio del anciano que se encontraba en las inmediaciones. Allí estaba la pareja sentimental del fallecido a la que también maniataron, antes de hacerse con las joyas que se encontraban en el interior de la caja fuerte. A las 09:02 horas del día siguiente, un hombre que no se identificó llamó a la Cruz Roja de Madrid para informar de lo sucedido.