La Policía Nacional ha detenido en Burgos a un hombre de 29 años que se hacía pasar por una joven modelo en la red social Instagram con la que conseguía ganarse la confianza de decenas de menores que le enviaron fotografías y vídeos desnudos, un "depredador sexual" según los agentes, que aseguran que se movía en ambientes deportivos para localizar a sus víctimas.
El hombre, que ya ha ingresado en prisión acusado de delitos de abusos sexuales a menores de 16 años y corrupción de menores, intercambiaba fotografías de contenido sexual con los adolescentes, lo que se conoce como "grooming", una modalidad delictiva utilizada por delincuentes con tendencias pedófilas cuyo objetivo es conseguir material audiovisual sexual explícito del mayor número de menores de edad posible.
La Policía advierte en un comunicado de que este es uno de los mayores riesgos a los que se puede enfrentar un menor, ya que el siguiente escalón para estos delincuentes es realizar las acciones necesarias para dejar de mantener contacto virtual y concretar un encuentro sexual físico. La investigación desarrollada durante meses por parte del Grupo de Delitos Tecnológicos de la Comisaría Provincial de Burgos tiene su origen en una denuncia interpuesta por una familia que alertó sobre estos hechos.
La investigación ha necesitado la colaboración internacional de varios expertos ya que este hombre es graduado universitario en Ingeniería Informática lo que ha dificultado seguir su rastro. De los primeros análisis efectuados se ha podido localizar a decenas de víctimas, menores residentes en Burgos, pero los investigadores siguen analizando pistas para poder localizar a más afectados ya que el hombre realizaba una "búsqueda activa, persistente y compulsiva" de jóvenes a los que engañar para que remitieran material audiovisual sexual explícito.
Las primeras averiguaciones indicarían que la elección de las víctimas en Burgos no sería un hecho casual ya que el detenido conocía previamente a muchas de ellas al tener contacto directo en ambientes deportivos infantiles y juveniles, donde los adolescentes practicaban actividades. Los investigadores continúan el análisis informático del material incautado durante el registro en el domicilio del detenido para localizar a más víctimas y recopilar el máximo número de evidencias digitales para ser puestas a disposición de la autoridad judicial.