El exceso de velocidad es una de las principales causas de accidentes en la carretera. La DGT ha advertido en numerosas ocasiones de los riesgos derivados de conducir sin precaución y ahora ha querido dar otro paso, al menos, en algunas comunidades.
En Castilla y León se han pintado líneas verdes paralelas a las blancas que limitan la calzada; se trata de una metodología tan básica como efectiva. El objetivo es que el conductor sienta que está circulando por un carril más estrecho de lo que realmente es, y reduzca así la velocidad.
Pero, en realidad, no se trata de un método inventado en España; en otros países como Suecia y Holanda ya han implantado medidas similares, ya que se ha demostrado que dicha sensación hace que los conductores pisen menos el acelerador.
Por el momento, este método se ha instalado en carreteras secundarias de doble sentido, con poca visibilidad y de un solo carril por sentido, con el objetivo de hacer hincapié en la peligrosidad de estas calzadas. Ahora, se estudia si puede extenderse al resto de vías.