Las autoridades mexicanas han detenido a los dos presuntos responsables del asesinato de la niña Fátima, de 7 años, que apareció muerta la semana pasada. Se trata de Mario Alberto Reyes Nájera y Gladis Giovana Cruz Henández. Ella es la mujer que, según las cámaras de seguridad, se llevó a la niña del colegio.
La sospecha había alquilado una habitación en la casa de la madre de la niña, aunque ya no convivían; según la investigación, hace meses dejó la casa tras una discusión. La madre de Fátima ha reconocido que eran amigas, pero que no la creía capaz de mata a su hija, ya que, según ha declarado, la sospechosa tiene dos hijas de la misma edad.
Los sospechosos han sido arrestados en un poblado del central Estado de México. La policía apunta a que entre ellos había una relación sentimental porque en la casa en la que estuvo capturada la menor había pruebas de la presencia de ambos. Podrían enfrentarse a entre 80 y 140 años de prisión por el delito de"privación de la libertad con la finalidad de hacer daño".
Fátima despareció el 11 de febrero y sus restos mortales fueron localizados el 15 de febrero después de que algunos vecinos informaran a las autoridades. La Fiscalía General de Justicia de la Ciudad de México investiga el caso de Fátima como un feminicidio, y se mantienen abiertas indagatorias sobre la posible omisión de responsabilidad de funcionarios que pudieron haber incurrido en negligencia.