Una mujer y un hombre que se encontraron con los padres de los niños asesinados en Godella justo después del crimen coinciden señalar que ambos mostraban una expresión "desencajada" y que en un principio pensaron que la mujer había sufrido una agresión.
La testigo asegura, en declaraciones a Antena 3 Noticias, que al ver a la mujer "completamente desnuda" le ofreció su ayuda y que esta se acercó corriendo hacia su coche: "¡Me quieren matar, me quieren matar!", cuenta que le dijo.
"La veía con esa cara desencajada, como un poco ida", dice sobre la madre de los niños, la cual, según su relato, estaba "como en estado de shock". "La chica no tenía sangre", asegura, "no había visto niños, ni chillidos, ni lloros, ni nada". La madre de los niños confesó el crimen, asegurando que lo hizo porque "dios" se lo pidió.
La testigo cuenta que llamó al 112 para pedir ayuda. "Les digo, hay una chica, completamente desnuda, asustada, que la quieren matar y un hombre con una camiseta amarilla y un arma, una barra", relata.
"Cuando la vimos pensamos que la habían agredido sexualmente, por eso llamé a la Policía", dice por su parte el hombre, que cuenta que fue tras ella y entonces se encontró con el padre de los niños, "sin saber que era su marido"
"Me pidió el teléfono para llamar", relata. A la pregunta de para qué lo quería, el padre de los niños le contestó que "para llamar a su madre, que se ha llevado a mis hijos".
"Pienso que él no lo sabía, que estuvieran muertos", opina el testigo. "Él me dice: 'déjame el teléfono que llame a su madre'. Y ella venía de enterrarlos, lógicamente, cuando la vi yo", añade, "llevaba las uñas sucias".
"Los dos tienen la cara, la expresión desencajada", detalla, "pero yo no sé si era de drogas, de no dormir...". Ambos progenitores serían detenidos poco después -ella, encontrada escondida dentro de un bidón- y actualmente se encuentran en prisión.