Un policía ejecutó al condenado en medio del aplauso de miles de yemeníes que se agruparon en la plaza, entre ellos los familiares de la niña violada. El hombre fue condenado por violar y asesinar a la niña Rana Yehia al Matary el pasado 27 de junio, tras haberla secuestrado en la calle.
"Este es el primer día de mi vida, ahora ya me puedo relajar", dijo el padre de la menor, Yehia al Matary, de 70 años, en la plaza.
Esta es la primera vez que se ejecuta a un condenado en una plaza pública desde que los rebeldes hutíes tomaron Saná en septiembre de 2014, en el inicio de la guerra que aún está en curso.
En el Yemen las ejecuciones solo se llevan a cabo en lugares públicos en casos que el crimen afecta a los sentimientos del público, como es el caso de las violaciones.
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