El magistrado presidente
del Tribunal del Jurado de la Audiencia de Barcelona que juzga el crimen de la Guardia Urbana ha inadmitido este martes como prueba que la pareja del exmarido
de la acusada Rosa Peral explicara las revelaciones que la hija de la
sospechosa, menor de edad, le hizo sobre la noche de los hechos, del 1 al 2 de
mayo de 2017.
"Y ahora la
pregunta", ha comenzado diciendo el fiscal, Félix Martín, para pedir a la
testigo qué le contó la hija mayor de Peral sobre la noche en que presuntamente
ella y Albert López mataron a Pedro Rodríuez, lo trasladaron sin vida en el
maletero de su coche hasta la zona del pantano de Foix y lo calcinaron, crimen
por el que están coacusados de asesinato y se enfrentan a hasta 25 años de
cárcel.
El magistrado le ha
cortado y ha frenado la pregunta, recordando que la menor -que estaba en la
vivienda familiar donde supuestamente ocurrió el asesinato- se acogió a su
derecho a no declarar contra su madre, lo que ha asegurado que no se puede
"sustituir" a través de otros testigos.
Sin embargo, si ha
permitido que, a preguntas del fiscal y del abogado de la familia de la
víctima, la pareja del exmarido de la acusada explicara con mímica -y a través
de videoconferencia desde otra sala- los gestos que le hizo la niña: ha
mostrado un agarrón en el cuello, que Pedro R. se movía como un robot hacia
abajo y que Peral se limpiaba la "sangre", apreciación esta última
que el magistrado también ha inadmitido.
Con esta explicación ha
tratado de detallar lo que la menor le dijo sobre los hechos y que la testigo
ya reveló durante la investigación: que Peral y Pedro R. se discutieron, que él
bajó al piso inferior de su casa con apariencia de haber sido drogado y que
luego la acusada volvió arriba manchada de sangre, pero el jurado solo podrá
valorar las gesticulaciones.
Antes, ha declarado el
exmarido de Peral, un mosso d'esquadra que ha explicado que comenzó su relación
con Peral en el año 2000 y que se casaron en 2013, aunque en el mismo año
comenzó a sospechar que ella le era infiel por su "actitud" y a raíz
de unas fotos íntimas en las que aparecía junto al acusado Albert López.
En verano de 2016, halló
una foto en el mismo armario en la que aparecía Peral, sus dos hijas y López en
el museo del Camp Nou, momento en el que dejó de creer en su "proyecto de
familia" y sobre el que ha dicho que, además, desconocía que ella también
tenía una relación con Pedro R.
El inició una relación
con su actual pareja -la testigo anteriormente citada- y a finales de 2016
rompió con Peral y se marchó de la casa que compartían en Vilanova i la Geltrú
(Barcelona), tras lo que su relación siguió siendo tensa e intercambiaron tres
denuncias.
Finalmente, ha relatado,
a preguntas del fiscal, que el 14 de mayo de 2017 llamó a uno de los
investigadores del crimen para avisarle de que su hija mayor había explicado a
su nueva pareja que "había visto unos hechos muy graves".
La sesión del juicio de
este martes ha empezado con los testimonios de tres personas que vieron el
coche de Pedro R. -en el que después se encontró su cadáver- calcinado en la
zona del pantano de Foix.
Después ha sido el turno
del padre de la acusada, que ha testificado que la tarde el 1 de mayo de 2017
la víctima estuvo "jugando al juego de la Oca" con las hijas de Peral
y que fue una jornada familiar, y que, al día siguiente, al ver a la sospechosa
no le vio ninguna marca en el cuello.
Sin embargo, ha alegado
que se equivocó cuando, el 9 de mayo de 2017, dijo a los Mossos d'Esquadra que
vio a Pedro R. vivo en la casa de Peral y que lo saludó la mañana del día
siguiente en el que ocurrió el crimen: "Me lo pareció", ha dicho este
martes.
A lo largo de la sesión,
tanto Peral como López han tomado anotaciones del relato expuesto por los
diversos testigos, y ella también ha intercambiado anotaciones con su abogada,
Olga Arderiu.