El mensaje empezaba con un "buenas noches" (la educación siempre por delante), pero lo que le siguió era de todo menos normal. Tras saludar, el cliente solicitó en el chat de la empresa hablar directamente con el gerente. El motivo no era ni la cancelación de una reserva ni una queja. Era una sospecha de infidelidad. "Cómo me puedo comunicar con el administrador del lugar por favor, de carácter urgente", aseguraba desde el otro lado de la pantalla.

El gerente se puso a los mandos del chat y el cliente entonces realizó su petición. "Amigo ustedes cuentan con cámaras", expresó sin rodeos. Fue entonces cuando le pidió consultar las imágenes de un día y hora en concreto para comprobar con quién acudió al local una persona. "Qué valor tendría en revisar las cámaras de ese lugar en una fecha y hora específica para ver con quién llegó una persona que estaba allí supuestamente. ¿Sería eso posible?".

La petición de este hombre no es un caso aislado. Varios usuarios del sector de la hostelería han respondido al tuit viral de @soycamarero asegurando que estas peticiones son el pan de cada día. "Trabajo en un hotel y me pasó exactamente lo mismo. Increíble como el tipo además se creía que de verdad tenía derecho a exigir las imágenes", expresaba uno de ellos. Y no se equivocaba en su crítica.

¿Se pueden pedir las cámaras de vigilancia de un bar?

La realidad es que las cámaras de vigilancia de los restaurantes y bares no pueden ser exigidas para controlar a los trabajadores ni para comprobar una infidelidad, explicaba recientemente en Más Vale Tarde la detective de la agencia Indicios, Alicia Lerma.

Es más, el tema del uso de cámaras es bastante claro. Solo se podría grabar la comisión de un delito. Pero siempre el afectado, tal y como añadió la abogada Beatriz de Vicente. "Pesa más el derecho que tengo a demostrar un delito que el derecho que se pueda estar vulnerando", añadía.