En el lugar del terrible incendio que este jueves ha devorado un gran edificio residencial en Valencia hay más de un centenar de personas que están siendo atendidas por la Policía Municipal. La mayoría de ellos, según relata Antonio García Ferreras desde el lugar de los hechos, son amigos o familiares de vecinos del inmueble en llamas, un edificio residencial con unas 200 viviendas.
"Mucha gente viene aquí porque quieren saber qué ha podido pasar con sus familiares, con sus amigos, que estaban en el interior", detalla el periodista, desplazado al barrio valenciano de Campanar.
"Hay una especie de neblina", precisa Ferreras, que explica que en esta zona "el viento ha soplado con una cierta intensidad" a lo largo de la tarde y "se nota mucho más el humo en la zona sur del edificio", con un olor que "te penetra en la nariz". "Hemos visto cómo algunas personas estaban siendo evacuadas completamente ennegrecidas en la piel, con las mascarillas con el oxígeno", relata el periodista, que explica que "hay gente que ha tenido que ser evacuada al hospital porque estaba completamente empapada de humo".
Pese a lo terrible del incendio y la incertidumbre de los familiares que están a la espera de saber dónde están sus seres queridos, Ferreras destaca que "hay un cierto silencio en la zona" y "una potentísima serenidad" entre "las familias que están en este Puesto Avanzado, atendidas por la Policía Municipal, Protección Civil y los servicios sanitarios". "He visto a todo el mundo manteniendo una calma impresionante", incide el periodista.
Así, aunque "no es que haya un silencio total", puesto que Bomberos, Policía y sanitarios continúan trabajando sin descanso, "lo cierto es que hay una serenidad total": "La gente está manteniendo una calma, una serenidad, que te sobrecoge, a pesar del miedo".
Las razones
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