Totalmente deshecha, y entre lágrimas, Marianela pide justicia. "Por mi niña, que se lo merece. Ese monstruo criminal no puede estar en la calle", suplica. En abril de 2013 asesinaron a su hija y a su exmarido en el doble crimen de Almonte. "Ha matado a mi niña de ocho años con 104 puñaladas y a su padre, y él está en la calle. No es justo", denuncia, rota de dolor, Marianela.
Ella ha estado arropada por los suyos. Pero también por otra alma rota, la de Ruth Ortiz, madre de los niños que asesinó Bretón. "Las dos hemos perdido a nuestros hijos de la manera mas cruel posible. Lo que no puede ser es que los asesinos esten en la calle", denuncia Ruth.
El único acusado, la pareja sentimenal de Marianela por entonces, quedó en libertad el pasado octubre. Pero ella insiste: "Hay muchas pruebas en contra de él. Es una locura que el jurado le deje en la calle". Su abogado ha pedido la nulidad de un veredicto "escueto", según dice, y que se repita el juicio por falta de argumentos del jurado.
"Miembros del jurado que han resuelto mínimamente, y sin dar ninguna argumentación ni analizar pruebas tan contundentes", destaca Luis Romero, abogado de la acusación particular. Según el letrado, existían 60 periciales testificales y un móvil pasional que no se han tenido en cuenta.