El piso de Manuel, en Mataró (Barcelona), llevaba seis años okupado por un matrimonio que además tenía realquiladas alguna de las habitaciones de la vivienda. Aprovechando que este verano se fueron unos días de vacaciones, Manuel decidió recuperar su piso y tapiar la puerta, tal y como ha explicado a 'Antena 3', aunque podría enfrentarse por ello a acciones legales.
Durante todos estos años, el propietario ha tratado de luchar por la vía judicial para recuperar su casa, pero sin ningún resultado. Por eso, cuando las personas que ocupaban su casa se marcharon de vacaciones a Ibiza decidió entrar de nuevo en su vivienda. "No había nadie y decidí entrar para recuperarla", ha explicado al medio.
Pero al acceder, saltó la alarma que los okupas habían puesto días antes para no ser expulsados de la vivienda. Manuel explica que no ha ejercido coacción: "Yo no he coaccionado a nadie, yo he venido aquí, he picado y como no había nadie me metí para dentro, igual que hacen ellos", ha relatado a la cadena de televisión.
Una vez dentro, el propietario se encontró la casa llena de suciedad, restos de comida y desorganización. Los vecinos del bloque aseguran que los okupas eran violentos y se habían adueñado de la azotea, una de las zonas comunes del edificio.
Después de una exahustiva limpieza en la que Manuel llenó 10 sacos de basura, el propietario volvió a tapiar la la puerta.
Sin embargo, y a pesar de que el inmueble es suyo, Manuel podrían enfrentarse ahora a delitos de coacciones y allanamiento de morada por haber recuperado su piso.
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