Varias personas habrían entrado en la casa de Godella (Valencia) donde vivían los pequeños Ichel y Amiel, presuntamente asesinados por sus padres, traspasando el perímetro establecido por la Policía para hacerse fotos junto a la vivienda e incluso dentro. Así lo recoge el diario 'Las Provincias', según el cual la Guardia Civil cree que varios jóvenes rompieron el precinto policial para hacerse 'selfies'.
De acuerdo con el citado medio, individuos desconocidos habrían irrumpido en la parcela al menos tres veces. En una de esas intromisiones, indica la Guardia Civil, forzaron una ventana para acceder al interior de la casa, que los padres de los niños habían okupado, para después salir por la puerta.
La Policía Local de Godella ha identificado ya a varias personas sospechosas en las inmediaciones de la finca y así lo ha comunicado al Juzgado que instruye el caso.
Los cadáveres de los pequeños, de apenas tres años y cinco meses, fueron hallados enterrados cerca de dicha casa. Los padres se encuentran en prisión provisional desde entonces, acusados de haberlos matado. La madre llegó a decir a la Guardia Civil que los había asesinado porque "dios" se lo pidió.
Los testigos que se encontraron con ellos poco después del crimen cuentan que tenían la cara "desencajada". El padre después diría a la Guardia Civil que estaban "todos muertos".
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Las familias que han mantenido la disputa son la del pastor evangélico Joaquín Jiménez y la de sus verdugos. Se han encontrado a las puertas del juzgado donde se celebra una sesión del litigio.