El alcalde de Barcelona, Jaume Collboni, insiste en "ir hasta el final" en su empeño por acabar con los pisos turísticos en la Ciudad Condal. El Consistorio barcelonés es uno de los más contundentes en su lucha contra estos pisos turísticos y quiere acabar con ellos de raíz, prohibiéndolos de aquí a cinco años. Actualmente, la ciudad tiene más de 10.100 de estos alojamientos.
Un problema, el de los alquileres turísticos, que se extiende por toda España. Otra de las ciudades afectadas es Madrid, donde, aunque solo hay un millar de inmuebles registrados para llevar a cabo esta actividad, más de 13.000 operan sin licencia. De momento, en la capital solo se han suspendido temporalmente las licencias municipales y el alcalde, José Luis Martínez-Almeida, pretende regularlo en un Plan de Ordenación el próximo año. "Estamos trabajando en esa regulación", ha asegurado el primer edil madrileño.
En Sevilla, lejos de frenar su ascenso, ya son 9.252 pisos turísticos, 300 más que en febrero. Su alcalde, José Luis Sanz, intenta detener el crecimiento, algo que imposibilita el bloqueo por parte de la oposición. Valencia, por su parte, tiene más de 10.000 pisos turísticos: en la ciudad ya no se conceden más licencias, como pasa en Sevilla o Madrid, mientras buscan cómo regularlo.
En el norte, Santiago ha aprobado limitarlosimpidiendo que se puedan alquilar para turistas más de 60 días al año y en Getxo, Bizkaia, los pisos turísticos sin licencia se han duplicado en dos años. En su Ayuntamiento también lo regularán con un nuevo plan urbanístico.
Actuaciones de algunos municipios para una situación, que desde el Gobierno también se quiere abordar. Así lo ha defendido la ministra de Vivienda, Isabel Rodríguez, que advertía de que estos pisos turísticos "están tensionando el mercado del alquiler haciendo que incrementen los precios y se reduzca la oferta". "Hemos de intervenir", defendía.
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