Cada vez es más común escuchar que las temperaturas extremas del verano están llevando a muchos españoles a replantearse dónde vivir. Según recientes estudios, más del 30% de los españoles están en busca de una nueva vivienda y estaría dispuesto a mudarse al norte del país, atraídos por el clima más fresco y las temperaturas más suaves.

El descontento con el calor extremo se ha vuelto palpable. Los termómetros no dan tregua ni siquiera durante la noche, y la sensación de 'caló' se convierte en un desafío cada vez más difícil de soportar. "La 'caló' no la puedo aguantar. Mira cómo estoy. Además, yo soy de las de que de aquí para arriba sudo", comenta un residente del sur. Otros suman sus voces a la queja: "De mitad del mapa para abajo es inaguantable cuando llega el verano. Es que no se puede dormir".

Este descontento ha provocado un cambio en las preferencias residenciales. Chema Gómez, de Inmobiliaria Era en Castro Urdiales (Cantabria), confirma un notable aumento en el interés por el norte: "Se ha notado un aumento bastante notable. Por el cambio climático, la gente, sobre todo de Madrid y Vizcaya que compraba siempre en el sur, ahora se viene aquí".

María Matos, Directora de Estudios de Fotocasa, señala que la demanda en regiones del norte como Galicia, Asturias, Cantabria o País Vasco está en auge. Sin embargo, advierte que "los precios se están incrementando de forma significativa" debido a esta creciente demanda.

Las zonas del norte se están consolidando como un refugio climático para aquellos que buscan escapar del calor. "Sí, sí, me iría al norte. A cualquier sitio que estuviera más fresquito", dice un residente. Mientras tanto, en el sur, algunos se resisten al cambio: "Porque me gusta mi ciudad, me gusta Sevilla. ¿Qué tengo calor? Me voy a la playa", comenta otro. Para muchos, el calor es algo con lo que se puede convivir: "Afuera de Sevilla hay que ir pero no hay que irse".