Una vivienda superpoblada es aquella en la que hay menos habitaciones que convivientes adultos, o donde conviven más de dos menores por dormitorio. Se trata de hogares que no están adaptados a las necesidades de espacio de quienes los habitan.
Según Eurostat, en España existen cerca de un 8% de hogares con estas características, y la cifra de personas que viven hacinadas se ha duplicado en los últimos 10 años.
La socióloga Isabel Mastrodoménico ha declarado a laSexta que ésta es una "cuestión económica que tiene que ver con el incremento de familias que viven en la pobreza. Tiene que ver con la falta de empleo y falta de salarios dignos", ha recalcado.
Las malas condiciones de la vivienda afectan a los niños
"Muchas familias destinan mas del 40% de su salario a la vivienda. Una de las cargas mas importantes de criar a un hijo es el coste de la vivienda", explica Carmela del Moral, responsable de Políticas de Infancia en Save the Children. "La vivienda es el escenario principal donde se desarrolla la crianza de los niños", expone Del Moral, quien señala que la "salud, ocio y rendimiento académico" de los pequeños dependen del lugar en el que viven. "Por eso, las malas condiciones de la vivienda, la inestabilidad o la preocupación del pago afecta a los niños".
Ante este panorama, laSexta ha recogido el testimonio de Sisi Condori, quien vive en un piso de 70 metros cuadrados junto a su marido y a sus tres hijos menores. "Los niños duermen cada uno en su habitación y la niña nos ha quedado colgada. La tuve que llevar a mi habitación porque no tenia dónde ponerla, y mi esposo terminó durmiendo en el sofá", relata la mujer. Puedes conocer más detalles sobre su historia en el vídeo que acompaña a esta información.
Forzada a alquilar su vientre
Le quitan el bebé a una mujer a la que le implantaron un embrión de otra pareja por error: Kyrstena 'tuvo' un bebé negro de un donante blanco
¿Qué pasó? Kyrstena Murray se sometió a un tratamiento de fertilidad con un donante anónimo, pero al dar a luz, el bebé era negro, cuando ella había pedido un donante blanco. Las pruebas de ADN revelaron la negligencia: la clínica le había implantado el embrión de otra pareja.