La Policía está buscando más restos mortales de Pilar, la mujer de 68 años y presidenta del inmueble donde residía su presunta asesina -alquilada en el edificio- y cuyo cadáver fue hallado en una escombrera de Toledo.
Su cadáver fue quemado con gasolina, lo que provocó que su cuerpo quedar casi deshecho. El escenario del crimen fue la casa de la detenida, donde la Policía Científica encontró sangre mediante la aplicación de luminol.
La detenida carece de antecedentes, trabajaba esporádicamente y tenía una casa en el pueblo donde llevó el cadáver.
La investigación han indicado que ambas mujeres mantenían una disputa a causa de algunos impagos en los recibos del agua que la presunta asesina adeudaba a la comunidad del edificio, ubicado en la calle de la madrileña calle de la Oca en Madrid.
La víctima, que ejercía de presidenta de la comunidad de vecinos, le habría recriminado en distintas ocasiones a la detenida que hiciera frente a estas deudas, según las mismas fuentes.
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Este lunes los familiares de la víctima denunciaron su desaparición en comisaría y dos días después los agentes del Grupo V de Homicidios detuvieron a la vecina el mismo día en que se encontró en una escombrera de la localidad toledana de Las Ventas con Peña Aguilera el cadáver.