Un bloque en lucha
"Nos quedamos": los vecinos de General Lacy (Madrid) se niegan a abandonar sus viviendas tras ser vendidas a un fondo buitre
Los detalles 46 familias se han unido para evitar que el fondo buitre propietario del edificio les expulse para alquilar sus viviendas a nuevos propietarios y piden negociar una renovación de sus contratos.

"Nos quedamos". Es el lema bajo el que los vecinos del número 22 de la calle General Lacy, en el barrio madrileño de Arganzuela, se han unido para luchar por permanecer en sus viviendas. Conforme se les acaban los contratos de alquiler, los propietarios van expulsando a las familias para volver a alquilar las viviendas a un precio mucho mayor, pero ellos quieren resistir aunque suponga una escalada en el conflicto.
"Nos dijeron que iban a venir a entrar en la vivienda a medir, y a mirar", relata Mery, inquilina en General Lacy, 22. "Hemos decidido que aquí no entra nadie sin una orden judicial, porque mientras pagamos, es nuestra casa", añade.
Mery y sus 46 vecinos se han plantado frente a la familia que posee todo el bloque. Aseguran que no pretenden dejar de pagar, sino que se respeten sus derechos.
"Aquí hay gente que lleva hasta 60 años viviendo, hay familias de todo tipo, hay gente que lleva muchos años y no es justo, porque nosotros seguimos pagando todos los meses nuestra mensualidad", aclara Mery, que reclama que los dueños "por lo menos negocien con nosotros, que se sienten hablar".
Sin embargo, la familia se niega a hablar con los inquilinos. Sospechan que se debe a que podrían ganar "mucho más del doble" alquilándole las viviendas a nuevos inquilinos. Tras enquistarse la situación, los propietarios han optado por dejar completamente abandonado el edificio para intentar hacer la vida imposible a los actuales habitantes.
"Una de las maneras más comunes para apasionar a los vecinos para que se marchen es mantener el edificio en un estado cada vez peor", explica Valeria Racu, portavoz del Sindicato de Inquilinas de Madrid. "Hay unas goteras horribles, vemos cableado por todos los pasillos, el ascensor en muy mal estado. Simplemente quieren que la vivienda no sea habitable", añade.
Pero los vecinos optan por resistir siguiendo el ejemplo de la Casa Orsola de Barcelona. El próximo 5 de abril volverán a salir a la calle en una movilización simultánea de en más de una decena de ciudades bajo el lema "Acabemos con el negocio de la vivienda".