Los padres de Julen, el pequeño fallecido tras caer a un pozo en una finca de Totalán (Málaga), han recurrido ante el Tribunal Supremo la decisión de la Audiencia Provincial de Madrid de archivar la causa contra Camilo de Ory, el tuitero que lanzó me mensajes hirientes sobre el rescate del niño.

En aquel momento, la Fiscalía pedía una pena de 18 meses de cárcel por un delito contra la integridad moral y los padres solicitaban 20 meses por un delito contra la integridad de las personas. Antes de abrirse juicio oral, el acusado recurrió la decisión ante la Audiencia Provincial, que determinó que no había delito.

A pesar de esa decisión, si apreció que los tuits eran de "evidente mal gusto": "Cualquier persona con un mínimo de sensibilidad puede compartir que las expresiones y mensajes eran sumamente reprobables". Aun así, puntualizó que “una cosa es que las expresiones y mensajes eran sumamente reprobables y otra muy distinta que fueran constitutivas de delito".

Según informa 'Diario Sur', la abogada de los padres de Julenquieren llevar a juicio a este usuario y para ello ha presentado un recurso en el que aseguran que los comentarios que vertió son "el summum del trato más degradante que se le puede dar a unos padres que temían por la vida de su hijo".

Ella explica en ese escrito que el Constitucional hace referencia al derecho de la persona a ser tratada como tal y con dignidad "sin hacerla padecer sufrimientos físicos y psíquicos mediante situaciones o conductas de humillación". En ese contexto, apunta que en los mensajes del tuitero "se producen burlas insistentes y un desprecio absoluto por la vida del menor y el sufrimiento de los progenitores".

Además, recuerda que De Ory no pidió perdón a los padres y no borró los tuits hasta el día anterior a su declaración en el juzgado. "No estamos ante una crítica de humor como refiere su autor, sino ante un comportamiento humillante generador de padecimiento psíquico", asegura la abogada, que recuerda que el acusado ya tuvo que recibir una llamada de atención del juez al reírse cuando se leían sus comentarios.