El preso que asesinó a la cocinera de la cárcel de Mas d'Enric y luego se suicidó llevaba varios años en prisión por un asesinato machista. Ocurrió en 2016, cuando el hombre contrató los servicios de una mujer prostituida a través de Internet. Tuvieron encuentros durante varios meses y él acabo confesando a un amigo que estaba obsesionado con ella. Así consta en la sentencia, que recoge que el acusado le mostró páginas web donde aparecía la víctima y le dijo que "se había enamorado".

En abril, él la invitó a pasar un fin de semana en su casa y ambos mantuvieron una fuerte discusión por que él quería revisarle el móvil. El hombre cogió un cuchillo de cocina y le asestó varias puñaladas, "provocando la degolladura de la fallecida debido a la reiteración e intensidad desmedida de los acometimientos, múltiples, que ejecutó el acusado contra ella", según la sentencia.

Tras lo ocurrido, el asesino se entregó a la Policía y confesó el crimen. Fue condenado a 11 años de prisión y desde entonces estaba en la cárcel en Tarragona. Allí había mostrado buen comportamiento y por eso se le había permitido el acceso a la cocina, donde trabajaba por 200 euros.

Se desconoce por qué asesinó a Nuria, la cocinera de la cárcel, también con varias puñaladas y después se suicidó. Este jueves, los compañeros trabajadores de prisión de la víctima se han concentrado en su memoria.