Eva, la hermana del presunto asesino de Dana Leonte, Sergio Ruiz, ha explicado que su familia está a punto de terminar de reunir la fianza de 25.000 euros que fijó la Audiencia Provincial de Málaga para poder salir de prisión provisional.
En el auto, al que tuvo acceso laSexta, la sala argumentaba que "tras más de seis meses de investigación policial y judicial de los hechos, sigue ignorándose todos los datos relativos al momento, lugar y forma en que Dana pierde la vida".
En declaraciones a 'Diario Sur', la hermana de Sergio ha explicado que les falta "muy poco" para reunir el dinero y que en los próximos días podrán reunir la cantidad: "Estamos recibiendo el apoyo de amigos y familiares".
Ella explica que el acusado "está bien físicamente, pero emocionalmente está regular": "Cada día está más claro que es inocente. Está más gordo, porque no tiene tanto estrés como cuando trabajaba, se pasa el día en el gimnasio".
Eva también ha señalado que cuando salga de prisión se pondrá, previsiblemente, a trabajar de nuevo en el almacén: "Quiere centrarse en su casa y en su niña, llevar una vida tranquila".
Además, sobre la hija que la pareja tenía en común, la hermana de Sergio ha explicado que sigue acogida de manera provisional con su hermano Estanislao y apunta que no se irá a Rumanía con el hermano de Dana: "Está perfectamente y no se va a ir a Rumanía ni a ningún lado con el hermano de Dana, Florín no es apto para acogerla, puede verla sólo unas horas a la semana en un punto de encuentro en Málaga capital".
Precisamente, Sergio se ha querellado con el hermano de la desaparecida por acusarlo públicamente de haberla asesinado y le reclama una indemnización de 50.000 euros por daños y perjuicios.
El sumario del caso que apunta a Sergio como el asesino
Era el 12 de junio a las 16:33 cuando Dana Leonte entraba en un cajero de un banco en Velez-Málaga para a ingresar dinero en la tarjeta de su móvil y en la de una de las empleadas de su bar, horas después Dana sufrió un robo en su casa y llamó a Sergio para contárselo.
Hasta allí fue la Guardia Civil y, una vez los agentes abandonaron el domicilio, Dana desapareció. Sergio sabía que el principal sospechoso sería él, así que jugó con ventaja durante unas horas y se fabricó una compleja coartada.
Tras el robo, Sergio atiende a la Guardia Civil con ropa y botas de trabajo. Un detalle importante, ya que cuando los agentes se marchan, según su versión, él se irá a Vélez-Málaga con lo puesto y no regresará hasta pasadas las 11, después de recoger a su hija.
Sin embargo, miente. Una testigo le ve en su pueblo, en Arenas, y el posicionamiento de su móvil lo corrobora. Durante ese tiempo Sergio se mensajea con Dana, y Dana lo hace con un guardia civil al que le habla del prestamista. Pero escribe como Sergio, con faltas de ortografía y abreviaturas que hasta ese momento Dana jamás había usado.
Según el abogado de la víctima, esto es concluyente, pero la Guardia Civil cree que Sergio suplantó la identidad de Dana. Y pudo hacerlo porque conocía la clave de su móvil. Cuando fue a buscar a su hija a Vélez-Málaga se había duchado, iba perfectamente vestido, y hasta con gomina.
Además, se había deshecho de sus botas de trabajo, que escondió a tres kilómetros de su casa, según los investigadores, para eliminar vestigios. La Guardia Civil habla también de las ocho denuncias por amenazas y lesiones entre Sergio y su familia, pero sobre todo del mal momento que atravesaba la pareja.
En una carta que encontraron los agentes en su casa, él le dice, con su particular forma de escribir, que le hace daño. Según una testigo, llegó a afirmar que la hubiera matado de saber que ella le denunciaría por malos tratos.
"Te llamaba la atención, te daba a entender que era una persona agresiva", aseguraba Ingrid Zarza, amiga de Dana. Y es esa la personalidad violenta de Sergio, quien llegó a cavar un hoyo con 21 años por si tenía que enterrar a una ex, y su seguridad lo que llamó la atención de los investigadores.
Justo después de decir que no iba a reconocer el crimen, despareció en el monte durante un día entero. Pero nada de esto es concluyente para su abogado, Juan José Moreno, que reconoce que el fémur hallado es de Dana, pero no hay sangre de ella en la casa.
Lo que había en el palo con el que Sergio habría golpeado a Dana tampoco es sangre y, en cuanto a la actitud de Sergio, su letrado lo tiene claro: "Hemos visto a una persona normal que intenta defenderse".