En las próximas horas la Policía espera tener los resultados de la autopsia de Vanessa, la adolescente española asesinada en Francia. Eso confirmará o no la versión que ha dado su asesino confeso, que la violó y estranguló.

Hoy se ha improvisado un altar en su recuerdo en el instituto donde estudiaba, con velas, flores y mensajes para recordarla. Solo tenía 14 años y el terrible crimen ha conmocionado a Tonneins, la pequeña localidad francesa donde vivía.

"Vanesa era mi amiga. Iba a mi clase. Estoy muy triste porque ella ya no esté aquí", ha explicado una compañera de la víctima. La autopsia será determinante para esclarecer lo sucedido y será cotejada con la declaración Romain, el asesino confeso de 31 años: afirma que la subió a su coche por la fuerza, la violó y acabó con su vida estrangulándola.

Romain, en prisión provisional, no se sorprendió cuando la policía fue a su casa tras rastrear su coche. "Ya se por qué estáis aquí", aseguró ante los agentes, según el fiscal.

Sangre fría que conmociona a la sociedad francesa, que no entiende cómo el asesino confeso, con antecedentes por agresión sexual, no estaba vigilado. Las portadas de los periódicos de la región se hacen eco del asesinato y la población tiene miedo.

La madre de la joven española llegó a ser hospitalizada tras enterarse del hallazgo sin vida de su hija mayor en una casona. Una asociación local de apoyo a la infancia ha iniciado una campaña de recaudación de fondos para repatriar los restos de Vanessa a España.