Tras más de 24 horas del apuñalamiento a Munir Nasraoui, padre de Lamine Yamal, las autoridades investigan cómo se produjeron los hechos y cuáles fueron los motivos que lo provocaron.

La primera clave de la investigación es averiguar si el ataque tiene algo que ver con las amenazas que Munir recibe desde que Lamine Yamal decidió jugar con España y no con Marruecos. Desde el entorno del jugador aseguran que una parte de la comunidad marroquí no le perdona que no eligiese representar a su país.

Gracias a la denuncia de Munir, los Mossos lograron detener rápido a los cuatro sospechosos implicados en el apuñalamiento. La descripción que dio a los agentes sobre las personas coincidió con la descripción de los implicados en una discusión que tuvo lugar horas antes en el barrio donde reside la familia del futbolista, en el barrio de Rocafonda.

Todo apunta a que solo uno de los implicados le apuñaló y lo hizo con la intención de matarlo, porque una de las tres puñaladas estaba muy cerca del pulmón. Si se confirma, se podría enfrentar a una pena de hasta doce años de prisión por un delito de tentativa de homicidio.