La Guardia Civil continúa buscando en Mocejón, Toledo, el arma homicida con la fue asesinado Mateo, el niño de 11 años mortalmente apuñalado cuando jugaba al fútbol con unos amigos. Los agentes han registrado ya dos viviendas y vaciado una acequia, pero por el momento el arma del crimen sigue sin aparecer.

Este martes por la mañana, el instituto armado ha registrado la zona del polideportivo de la localidad, al lado del campo de fútbol donde tuvo lugar el crimen el pasado domingo. Se han realizado batidas visuales y acompañadas de detectores de metales y, posteriormente, dos patrullas de la Guardia Civil han salido al exterior del perímetro para analizar cada palmo de la zona aledaña. Por el momento, sin embargo, no se ha hallado el arma homicida.

Previamente, el lunes por tarde era detenido el asesino confeso de Mateo en la casa de su padre en Mocejón. Se trata de un joven de 20 años que vive en Madrid con su madre y su hermano, pero que se encontraba en el municipio pasando unos días de vacaciones. El ya detenido está diagnosticado de esquizofrenia y tiene un 70% de discapacidad.

Los vecinos están asombrados con que el asesino sea del pueblo, aunque reconocen que tampoco le conocían mucho. "Es una familia que hemos sido vecinos de calle durante 30 años, pero al chico en concreto y al hermano desde que se fueron no se les ha visto mucho por el municipio", explica un vecino. "Le conocía de vista, le había visto alguna vez con el padre, pero poco", apunta por su parte una mujer.

Familiares, amigos y vecinos han colocado un altar de homenaje a Mateo, con flores, velas y mensajes de cariño. Está previsto que el detenido pase este mismo martes a disposición judicial en la Comandancia de Toledo.