Cada vez son más los restaurantes que optan por sancionar a las personas que reservan una mesa y no se presentan. Una de las últimas historias que hemos conocido la ha compartido el hostelero Julen Bergantiños, que ha cobrado 50 euros por cada uno de los cinco comensales que no aparecieron. En total, 250 euros de unas personas cuya contestación fue: "De haberlo sabido, habríamos ido".

"Es un restaurante muy pequeño, con cinco mesas para una capacidad de 14 personas", cuenta Bergantiños a laSexta. Sergio Gutiérrez, restaurant manager del Kabuki, reconoce el "agujero" que supone el hecho de no poder llenar una mesa que tenías reservada en un corto espacio de tiempo.

De ahí que los restaurantes se harten y apliquen este tipo de sanciones, con algunas plataformas de reservas optando incluso por endurecerlas. El comensal que en un año haga cuatro reservas en las que no aparezca será dado de baja

Aunque no todos estemos de acuerdo con este tipo de medidas y nos surjan algunas dudas, lo cierto es que parecen haber llegado para quedarse.