Elsie Urry, de 68 años, ha protestado contra la puesta en libertad del hombre que asesinó a sus tres hijos pequeños en 1973 en Worcester, Inglaterra, según informa 'The Sun'.
La Justicia ha decidido poner en libertad a David McGreavy, apodado el 'Monstruo de Worcester', más de cuatro décadas después del triple crimen ya que "no presenta un riesgo significativo".
Aunque Urry asegura que siempre le dijeron que "nunca saldría", hace pocos días fue informada de esta decisión.
"Todo lo que me dijeron es que ha sido liberado, que tiene una etiqueta y que tiene que obedecer ciertas reglas que le han dado. Dijeron que iba a vivir de por vida en prisión y luego lo cambiaron por 20 años, pero no ha cumplido 60 años. Se llevó tres vidas, no solo una ni dos, tres", denuncia la progenitora.
Los hechos se remontan a 1973, cuando McGreavy, que se alojaba en casa de Elsie y su marido, estaba a cargo de los niños.
El 13 de abril de ese año, mató a la pequeña Samantha, de tan solo nueve meses, cuando esta comenzó a llorar desconsoladamente, fracturándole el cráneo. Después estranguló con un cable a su hermano Paul, de cuatro años, y acto seguido cortó la garganta a Dawn, de dos años. Una vez muertos, mutiló sus cadáveres y los ensartó en la reja del jardín de un vecino.
La liberación de McGreavy ha sido discutida durante los últimos diez años y ya se rechazó una apelación anterior en 2016. No obstante, para la Junta de Libertad Condicional el asesino confeso ha "cambiado considerablemente" durante estos 45 años en prisión.