La mecha prende la pólvora y se desata la locura en cada mascletá. Al recinto solo se accede con permisos específicos pero fuera también hay que estar atentos para evitar que se produzcan accidentes como los de la semana pasada en Valencia y en Castellón.
"Fue un fallo en las carcasas, de fabricación, que no estaba en buen estado", tal y como asegura a laSexta Víctor López, jefe de bomberos del Ayuntamiento de Valencia. No se registraba un incidente así desde hace 23 años cuando, el 12 de marzo del 2000, 24 asistentes a la mascletá resultaron heridos.
Aún así para asistentes y responsables, las mascletás son seguras. Algo en lo que también insiste López: "Son seguras, sin duda".
Una valla de tres metros de alto, 30 metros de distancia con el público, y centenares de agentes y bomberos: es el triplete que protege estos días a todo el que se acerca a disfrutar de esta fiesta. "Es para impedir que salga alguna carcasa o fuego aéreo pero igualmente se hace una inspección previa para asegurarnos", confirma el jefe de bomberos a cargo de la seguridad.
Asegurarse, precisamente, de que pirotécnicos como José siguen la normativa acordada. "Todas las empresas cumplimos con ese reglamento y luego vienen y se aseguran de que todo se ha cumplido", nos cuenta mientras enseña como desde las 7:00 de la mañana, trabaja en que todo este listo para la mascletá del día.
Tanto el tipo de petardo, como el calibre utilizado o los ángulos de inclinación que pueden coger las carcasas aéreas. De hecho, para más seguridad, "todo va mecanizado, va solo, progresivamente".
Por eso, para librarnos de sustos, las mascletá se disfruta mejor tomando distancia y mirando hacia arriba.