Ni las vallas pudieron parar la rabia de las familias de Marina y Laura, las dos jóvenes presuntamente asesinadas por Sergio Morate. Varios policías tuvieron que sujetarles e impedir que se abalanzaran contra el sospechoso mientras éste salía del furgón para su primera sesión del juicio.
Dentro de la sala, su gesto durante más de 4 horas ha sido el de una mirada fija, serio e inmutable, ni siquiera cuando escuchaba cómo mató presuntamente a Marina "apretando dicha brida hasta acabar con su vida causándole la muerte por asfixia mecánica por estrangulación".
Y cuando ha llegado su turno de declarar, su respuesta ha sido: "Me acojo a mi derecho a no declarar". Son las únicas palabras que ha pronunciado Sergio Morate, que se enfrenta a 48 años de cárcel.
Quienes sí van a declarar van a ser los familiares de las dos jóvenes, que después de los gritos a Morate a su llegada, no han podido entrar dentro de la sala al ser testigos en el juicio.
En malas condiciones
Seis detenidos en una operación que ha desmantelado tres viviendas utilizadas para alojar migrantes en situación irregular en Alicante
Muchos de estos migrantes, provenientes de Argelia y Marruecos, habían llegado recientemente a las costas españolas. Pagaban entre 10 y 20 euros por noche para alojarse en estas viviendas. En algunos casos, el alquiler mensual por una cama alcanzaba los 600 euros.