A Rodrigo Lanza le gusta el riesgo. Así han definido su personalidad las psicólogas forenses en el juicio contra él por el conocido como 'crimen de los tirantes'. La Fiscalía pide para él 25 años de cárcel por el asesinato de Víctor Laínez y le acusa de haberle matado por motivos ideológicos.
"Es una persona con tendencia a tener problemas con la ley, muy impulsiva, con cierta dureza emocional, poco tendente a tener miedo, que asume riesgos", han determinado las psicólogas.
Es impulsivo y susceptible, rasgos que le convierten, aseguran, en un hombre con reacciones intensas. "Tiene la piel muy fina, cualquier cosa que se le diga que no cuadre en su imagen o en sus intereses le va a provocar una reacción intensa", han indicado en el juicio.
No dudan, sin embargo, de que Lanza puede ser encantador, cuando quiere: "Si la cosa va bien, puede ser sociable, incluso encantador, con tendencias a ser incluso seductor".
Su informe además demostraría que Lanza no entró en estado de shock cuando dejó a Laínez inconsciente en le suelo. "Por lo que él dice, hace una evaluación cuando la víctima está en el suelo y hace una evaluación de oportunidad, es decir, de cierta ventaja, por lo tanto tampoco vemos el bloqueo cognitivo", afirman.
Tampoco consideran que Lanza viera la supuesta navaja de Laínez, como asegura el acusado.