A las puertas de su casa, los vecinos recibían a gritos de "asesino" al acusado de acabar con la vida de una menor de 13 años en Vilanova i la Geltrú. Allí acudió juntos a los agentes a su domicilio para estar presente en los registros y hacer una posible reconstrucción de los hechos.
La niña estaba estaba en casa de sus abuelos, de donde salió minutos antes de las 19.00 horas porque su padre iba a recogerla, pero nunca llegó a encontrarse con él. Al percatarse de que había desaparecido comenzaron a buscarla por los alrededores y avisaron a los cuerpos de seguridad.
Junto a los Mossos, los familiares comienzan a llamar al timbre a todos los pisos del bloque. En el primero les abre el acusado, que acababa de salir de la ducha y les dice que no la ha visto.
Sin embargo, dos tíos de la pequeña sospechan que puede esconder algo y poco después deciden volver a insistir. "Le interpelan para intentar entrar, a lo que se niegan, pero ellos de manera determinada entran en el domicilio y encuentran el cuerpo de la menor sin vida oculto debajo de un colchón", explica Antoni Rodríguez, de la División de Investigación Criminal de los Mossos d'Esquadra.
El cuerpo tenía heridas de arma blanca y los agentes piensan que desde la desaparición hasta la muerte pasó muy poco tiempo por "la disposición de las cosas y como está todo". El detenido tiene antecedentes por un delito de amenazas leves y los Mossos investigan los motivos del crimen mientras el acusado afirma no haber sido.