Apenas había amanecido cuando el Dattilo llegaba a Valencia con 274 de los 629 rescatados en el Mediterráneo. Tras el amarre, y como dicta el protocolo, suben los equipos de sanidad exterior para descartar posibles enfermedades infecciosas. Después tocan tierra: "Están muy aturdidos. Pónganse en su piel: desembarcas y te atienden gente con mascarillas y trajes de protección" asegura Jorge Suárez, subdirector general de Emergencias.
Lo primero, pasar a la carpa de Cruz Roja para un examen médico y el triaje, la identificación de los casos más graves que requieren atención hospitalaria: "Están derivando a mujeres embarazadas y los adultos que necesitan una atención especial en hospital" explica Fátima Cabella, de Emergencias Cruz Roja. La mayoría viene en buenas condiciones teniendo en cuenta las circunstancias: "Hay diferentes lesiones, quemaduras debido al trayecto".
De allí, a la de filiación donde la policía científica y la de Extranjería les identifica. La mayoría viaja sin documentación así que le les toman las huellas y les hacen una entrevista: "Están en un estado en muchos casos de shock y eso está retrasando el proceso de filiación porque la capacidad de respuesta a las preguntas, obviamente es más lenta" relata Jorge Suárez.
Es entonces cuando les dan el kit de productos de primera necesidad y de alimentos. Tras esperar en las instalaciones de Cruz Roja les trasladan a los autobuses que les llevarán a los alberges temporales, En todo momento, acompañados por voluntarios: "Un chico que he acompañado que es de Sudán me contaba experiencias de que se sabía todo el equipo del Arsenal y venía con una amigo" dice una voluntaria.
Un sursudanés de 29 años ha sido el primero en completar todo el proceso. Tres más de una semana de periplo lo han conseguido: ya están en Europa.