Trece personas están afectadas por un brote de triquinosis en la pedanía de Fontanosas de Almodóvar del Campo, en la provincia de Ciudad Real, tras consumir carne de jabalí procedente de una cacería que no había sido sometida al obligatorio control veterinario.
De los 13 casos, uno ya ha sido confirmado y doce están siendo investigados, según han informado fuentes de la Consejería de Sanidad de Castilla-La Mancha, que han indicado que los afectados tienen entre 25 y 71 años.
El director de Salud Pública de la Junta, Juan Camacho, ha señalado que, en este brote de triquinosis que se originó en octubre, además hay otras once personas que han consumido esta carne pero no han desarrollado una "clínica compatible con la triquinosis".
Camacho ha indicado que la carne, "proveniente de una cacería", no ha sido comercializada y ha sido preparada únicamente para autoconsumo en el seno de dos núcleos familiares y su círculo más cercano.
Además, ha apuntado que "no existe constancia documental de que fuera sometida a una inspección veterinaria". En este sentido, ha indicado que cuando la autoridad sanitaria competente conoció la existencia de este brote, se inmovilizó de manera inmediata la carne y se procedió a analizar confirmándose la presencia de triquina en ella.
El Gobierno de Castilla-La Mancha han recordado a la población la importancia de seguir los controles veterinarios pertinentes tanto en matanzas populares como cacerías y en otros eventos similares, con el fin de garantizar la seguridad de los alimentos y que son aptos para consumo humano.
La triquinosis es una enfermedad parasitaria que se adquiere al consumir carne infectada por el nematodo Trichinella, que causa fiebre, dolores musculares y articulares, náuseas y malestar.
Este caso es el segundo caso de triquinosis que se registra en la provincia de Ciudad Real en lo que va de año. A principios de febrero, diecisiete miembros de una misma familia se vieron afectados por un brote de triquinosis, un mes después de haber consumido carne de cerdo procedente de una matanza casera que realizaron sin autorización en Retuerta del Bullaque (Ciudad Real). Todos estos afectados, entonces, consumieron carne cruda, procedente de los embutidos elaborados en la matanza.