El activista Frank Cuesta vuelve a la carga rescatando a un búho al que trataban de transportar a Japón en una caja de cartón para ser exhibido en unas conocidas cafeterías en las que se puede tocar a los animales.

Tras explicar que no ha recibido la ayuda que ha pedido para rescatar al animal y criticar a diversas asociaciones y organizaciones que, según el, "no valen más que para mover dinero de un lado a otro", Cuesta ha cargado duramente en las redes sociales contra una 'youtuber'.

La chica, que se dice animalista y vegetariana, ha publicado un vídeo de su visita a dicha cafetería en la que se puede interactuar con estos animales salvajes. "Ha sido una de las mejores experiencias de mi vida. Les tratan bien, les dan de comer, les dan tiempo para descansar....", explica la joven en el vídeo.

Frente a este testimonio, Cuesta estalla en las redes sociales: "Que ganas que haya una arrasada del mundo y se imponga la justicia real de la naturaleza, porque hay muchos que no se merecen ni respirar. Sobre todo los que deberían de estar ahí para ayudar y en realidad son del otro bando".

El activista asegura que "hay youtubers que deberían de tener un poco de cerebro y pensar, entender que eso es un abuso" y explica que con este tipo de vídeos se da a entender que "es bonito" lo que ocurre con os búhos en estos establecimientos: el poder tocarlos, alimentarlos e incluso cogerlos, pero defiende que el mensaje que deberían de difundir aquellos que reciben miles de visitas en sus vídeos es, según él, "que si no hay demanda no hay negocio".

Durante el vídeo que ha subido a su cuenta de Youtube, Cuesta muestra cómo se transporta a estos animales hasta Japón "por poco dinero", en cajas de cartón. Además, indica que en las cafeterías en las que se les explota, los animales "viven con sonido, con luz, con gente tocándolos... están gordos. Están deshumanizados".

"Si la gente no va, los cerrarán. Pero la gente sigue yendo y hay youtubers que deberían de tener un poco de cerebro y pensar, entender que eso es un abuso", ha concluido el activista.