Miguel, un vecino que vivía en el edificio donde se originó el incendio en Valencia cuenta en Al Rojo Vivo qué pasó en el tiempo transcurrido entre que llegó a su casa y bajó al hall del edificio porque vio fuego en él: "Son buenos días porque estamos vivos y hay vecinos que desgraciadamente son víctimas", confiesa Manuel al periodista Javier Bastida.
"Había venido de trabajar y mi mujer estaba en casa. Vimos que estaban cayendo cascotes y placas encendidas y a partir de ahí salimos corriendo al hall del edificio con lo puesto. Cogimos lo que pudimos", confiesa Manuel. Una vez, en el hall se encontraron con más vecinos e intentaron ver qué pasaba y cómo solucionarlo.
"Empezaron a entrar los bomberos e inicialmente la tranquilidad de los bomberos, como se merece, nos dieron calma y empezaron a subir ellos buscando las columnas secas y demás, y nos dijeron que tranquilos, que si no teníamos fuego, podíamos subir a casa. Pero evidentemente, no subimos nadie a casa. Yo entiendo que ellos esperaban controlar la vivienda donde había sido el fuego y empezaron a trabajar", cuenta Manuel.
"Empezó a arder todo en cuestión de minutos"
Manuel y los vecinos se fueron a las zonas de seguridad que habían habilitado enfrente del edificio y "vimos cómo todo a arder como en cuestión de minutos", lamanta Manuel.
"Se extiende y nadie sabemos por qué, entendemos que es el material de aislamiento que tiene el edificio que en su día era una novedad por el tipo de estructura y el tipo de materiales..., pero todos los componentes ardieron con una facilidad espantosa y el viento no ayudó a que los bomberos trabajasen como tenían que trabajar".
Manuel confiesa que no saben nada, que la constructora que en su día hizo el edificio, está desaparecida, tal como cuenta Manuel y quieren que "la responsabilidad caiga a quien corresponda" y van a trabajar con la ley en la mano, y con la ayuda de las administraciones, para que se cumplan las responsabilidades.
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Leve mejoría Tras el comunicado del martes por la noche, las últimas actualizaciones sobre la salud del sumo pontífice indican que mejora poco a poco. En las últimas horas ha pasado de la cama al sillón y la respiración asistida solo es necesaria en momentos puntuales.