Después de la polémica protagonizada por el Ayuntamiento de Valencia, donde su alcaldesa ha decidido no colgar la bandera arcoíris; Ana Cuesta hace un repaso por los "Ayuntamientos menos orgullosos del colectivo LGTBI". Entre estos nos encontramos el Ayuntamiento de Ciudad Real, donde sus dirigentes de PP y Vox han rechazado, por segundo año consecutivo, que ondee en su balcón.
Los mismo sucede en Guadalajara, donde el gobierno municipal de PP y Vox rechazaba colgarla porque dicen que "solo deben ondear banderas institucionales". Como alternativa sí van a iluminar el edificio con los colores LGTBI. Esta es la misma fórmula que han utilizado en Valladolid y en Valencia, donde los concejales del antiguo gobierno de Compromís han intentado colgarla del balcón, aunque ha durado poco, ya que fue retirada rápidamente.
En el Ayuntamiento de Toledo tampoco no encontramos la bandera LGTBI. Aquí los agentes las han retirado hasta del escaño de los concejales socialistas.
En el pleno de Córdoba también ha sido objeto de trifulca, como puedes ver en este vídeo. Paula Badanelli, portavoz de Vox en el consistorio cordobés, pedía que se retirara y mostraba su más "absoluta oposición a que se utilice el pleno como un escaparate de ideologías y banderas". Unas palabras que rápidamente rechazaba Antonio Hurtado, portavoz del PSOE: "¡Hay que plantarles cara!".
Por su parte, en Huesca, el Ayuntamiento ha decidido pintar los bancos decorados con la bandera LGTBI.
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También se encuentra en este grupo Bertrand Ndongo. Sus mensajes se han centrado, sobre todo, en el parking de Bonaire, los suministros, la acción policial y de la AEMET. Todos han sido desmentidos.