Thais Villas se trasladó hasta la Carrera de San Jerónimo para conocer cómo eran los diputados en su etapa escolar. ¿Sacaban matrículas de honor o, más bien, les tocaba hincar codos durante todo el verano? El primero en enfrentarse a las preguntas de la reportera fue Félix Bolaños, que le contó que el era "empollón" y que no tenía miedo a la llegada de las notas debido a que él había estudiado y sabía que iban a ser buenas. Por su parte, Gabriel Rufián le contó que, aunque a la gente le sorprenda, también era buen estudiante. "Mis padres me metían bastante caña", compartió con Villas.

Por su parte, Pilar Alegría desveló que, aunque no suspendía tampoco era de las que sobresalían con las mejores notas. "Estaba por delante del pelotón", indicó. Borja Sémper, en cambio, se definió como "un estudiante eficaz". "Era de la víspera entonces iba a trompicones sacando las cosas... con eficacia pero no con profundidad", confesó.

En cuanto a las asignaturas que mejor y peor se les daban, Mónica García explicó a Thais que se le daban bien las ciencias. Para el portavoz de ERC, la asignatura que peor se le daba era la química y no duda en compartir una anécdota que dejó alucinada a la reportera. Como contó, en una ocasión estando en el instituto, su profesora les comunicó qué problemas iban a entrar en el examen. "Literalmente me hice una chuleta con todos los problemas y saqué un 0,7", añadió, "copiando saqué un 0,7".

El ministro de Presidencia, por su parte, contó que se le daba muy mal el dibujo y en un examen decidió pedirle a un compañero el dibujo que había desechado. "Dio el cambiazo", le dijo Thais. "Bueno, digamos que fue un coworking", respondió el. El portavoz popular, por su parte, recordó con amargura la clase de gimnasia. "Sigo teniendo un recuerdo muy duro con el salto del potro", le contó a Villas, "me quedaba sin saltar, no me atrevía".

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